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¿Quién pensaría que un castigo podría ser disfrutado de tal manera? Se levanta el castigo de la puta.
Regularmente los castigos sirven para aprender la lección y con este tipo de castigos lo único que dudo es cuando volver a romper las reglas para volverme a sentir igual, como una perra necesitada de ser penetrada para saciar la sed que lleva dentro.
Estar todo el día sin el culo lleno no fue lo más complicado del castigo si no, el saber que al otro día con el permiso de mi Amo podría meterme mi pequeño juguete en el culo para traerlo todo el día mientras camino en un día agitado de trabajo. Esa mañana para no variar tanto se me hizo tarde, salí con las prisas pero no olvide empacar mi PLUG rosa con diamantito en su pequeña bolsa, lavadito y listo para usar junto con mi lubricante para que entre más a gusto. Como no me dio tiempo de meterlo en casa, decidí llevarlo al trabajo y meterlo en el baño como la puta que soy.
El día transcurría entre obligaciones laborales y o pensando que necesitaba ir al baño y llenarme el culo mi panocha ya estaba mojada solo de pensar en que ese momento llegará, después de una complicada mañana por fin mi anhelada hora de PLUG llegó corrí al baño y sorpresa no habían abierto los baños ese día porque no llego quien tenía la llave, la desilusión me sacudió pero a la vez me lleno de ideas.
Primero opté por ir a alguna tienda comercial del centro y pedir el baño entré y al tratar de meter el plug de la desesperación se me cayó rodó por el suelo y ahí toda lubricada en posición de puta me dió un ataque de risa y lástima por mí misma de lo desesperada que estaba no podía meterlo. Tuve que salir al tiempo que nuevas obligaciones de trabajo me alejaban de mi PLUG salí del baño lo lave de nuevo y lo empaque desilusionada continúe con el trabajo hasta que pasado el mediodía por fin tuve un tiempo libre aunque alejado de cualquier baño.
Solo había un pequeño pasillo oscuro justo atrás de la estancia donde recepciona a los clientes un guía sentado en la banca pegada a la pared del pasillo y pensé es ahora o nunca perrita, chorreando por la panocha me metía al pasillo me fui al fondo y en posición con el culo parado saque el lubricante de un rollo que había hecho con mi misma blusa de uniforme me lo unté con los dedos por todo el culo y gemí casi en silencio me metí el PLUG de una sola metida, sentí los chorros saliendo de mi panocha y mojando mi pantalón de mezclilla y salí del pasillo con la sonrisa de oreja a oreja para gozar el resto del día con el culo ocupado y la panocha mojada ambos palpitando extrañando la verga de mi Señor pero a la vez disfrutando el placer que su castigo provocó en mí.
No me importó el pasillo sin puerta, mi compañero sentado a 50 cm de pared y el olor a sexo que seguramente estaría dejando en mi caminar la puta sonriente gano de nuevo.
Autora: Xana de Triskel