EL REENCUENTRO CON MI AMO.

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EL REENCUENTRO CON MI AMO.

Habían pasado algunos meses desde mi último encuentro con mi Amo y desde aquello no había vuelto a experimentar la satisfacción de sentirme liberada de nuevo a través del BDSM.

El solo de saber que nos volveríamos a encontrar y que volvería a ser su puta una vez más, me llenaba la cabeza de pensamientos intensos y de recuerdos bien disfrutados que ya estaba olvidando, me recorría todo el cuerpo la adrenalina, el miedo y la ansiedad era un paquete completo de emociones que se mezclaban entre sí y sentía mi cuerpo palpitante deseando que ese día llegará.

El día anterior al encuentro fue un día de preparación, me recordó la sensación de la primera vez, mientras depilaba cada parte de mi cuerpo pensaba en nuestros primeros encuentros así que para cuando fue turno de depilarme la panochita ya la sentía palpitar con solo pasar mi mano por encima. ¿Cómo podían coexistir en el mismo cuerpo dos personas totalmente distintas: una puta de clóset anhelando ser usada y otra mujer, una amante de las relaciones conservadoras – cursis y el sexo vainilla?

Pero eso es otra historia. La puta de esta historia estaba ansiosa porque la dejarán salir a jugar y con una oportunidad abierta de experimentar nuevamente el placer que solamente logra, al ser dominada por alguien que sabe perfectamente como llevarla a su límite. Acepté la propuesta sin mucho dudarlo. Desde ese mismo día, ya había comenzado el juego de la excitación, los textos que me recordaban lo puta que soy no faltaron y quizá para mantenerme al tope de excitación hasta el encuentro mi amo me confeso que me tenía una sorpresa, inmediatamente yo sabría que detrás de ese gesto que parecía mera cordialidad, siempre habría un toque de perversión y no estaba equivocada, saber que un plug anal me esperaba del otro lado del arcoíris era bastante excitante, no mentiría si digo que hasta un palpitar en el culo sentí, al saber que ese regalo existía.

Lo que estoy apunto de relatar es un fin de semana lleno de orgasmos desenfrenados, cuyas secuelas aún me recorren cada rincón de la piel y el cuerpo, a través de unas punzadas de dolor, que sirven para recordarme que todo lo que ha sucedido ha sido real. A veces pienso que estoy loca, pero termino sobornando a mi mente mientras la dejo reposar sobre desvanecimientos de corridas sin fin mientras le pongo play a un compilado de orgasmos en serie.

El día del encuentro todo transcurrió normal, hubo un almuerzo previo con su plática trivial, él venía de un modo desenfadado y casual, en short cortos y camiseta no encajaba para nada a lo que había visto antes con su usual elegancia característica después del intercambio de conversaciones de relleno y su inevitable coqueteo con la mesera que nos atendió en el lugar y que por cierto fue muy bien correspondido nos fuimos al hotel ahí, lo primero que noté fueron las cortinas de la ventana que daba al pasillo abiertas de par en par, pero en base lo aprendido quejarse ó hacer un comentario solo empeora la situación y con empeorar la situación me refiero a que se podía poner más extrema por el puro placer de mi Amo y yo perdería intentando persuadirlo en cerrarlas.

Lo que suele preocuparme más es lo que más le interesa a mi amo que yo superé así que, hice caso omiso y también decidí ignorar la herrería que hacía la separación entre la pequeña sala de estar y las camas, aunque mi mente voló mas rápido, ya que me imaginé atada ahí mismo, la pare en seco . Todavía me duelen las paredes de mi estrecho coño de tantas metidas de vibrador lo que en realidad era una maquina para masajes termino siendo el juguete sexual mas placentero que he tenido en la panocha las metidas de verga y de estimulación oral salvaje fueron un plus y y ahora mismo todavía me pregunto como pude correrme teniendo tan cerca de mi coño una navaja, todavía me cuesta trabajo ordenar mis pensamientos para saber el orden real en que todo ocurrió.

Ahora mismo solo tengo flashazos bastante lúcidos que llegan a mi con una vibración de clítoris mientras los pienso y recuerdo. Cada vez que pienso en el encuentro, puedo recordar perfectamente como mi culo se expandía mientras entraba ese plug lila juguete que parecía salido de la caja de aditamentos de la «Barbie Sumisa» quizá lo comparo con eso porque me sentí una niña con juguete nuevo. Ser penetrada por el coño mientras tenía el plug en el ano fue una de las mas ricas experiencias del fin de semana, mientras esto sucedía me sentía la puta reina.

Al parecer lo que hubiera sido una pausa en el fin de semana del placer no lo fue del todo, mientras mi Amo me mandaba a una junta de trabajo con mi nuevo regalo puesto, no fue posible porque se cancelo la reunión, pero hubo otros tipos de diversión como una escapada con mis amigas donde sin querer terminamos Amo y sumisa platicando la posibilidad de hacer un trío con una de mis mas cercanas amiga. Al parecer mi Amo sentía atracción por ella y en esos momentos yo no pensaba que fuera tan mala idea. Durante la velada fue ordenado portar mi collar de sumisa, todas las miradas inmediatamente se dirigieron hacia a mi, este collar parece un imán para la mirada de los demás que se queman de curiosidad por saber que tengo dueño ó quieren saber más o quieren saber como hacer para lograr volver a una mujer tu Puta. Al final no hubo trío, sin embargo eso no mermo el encuentro.

Cuando pienso en las metidas bruscas de dedos en mi coño, este se contrae como si esto estuviera sucediendo ahora mismo mientras escribo, es imposible no tener reacciones involuntarias en mi cuerpo mientras relato parte de lo que sucedió. Cierro los ojos y siento esos dientes mordiéndome y mientras me quejo de dolor me van dejando la piel marcada, la amenaza latente de peligro, mientras habla de arrancarme los pezones, o atravesármelos con agujas me producen humedad.

El miedo alimenta mi adrenalina. Los azotes no faltaron, se hicieron presentes como si fueran el castigo por haber dejado transcurrir tanto tiempo, disfrute cada uno de ellos, quemaban la piel, pero mientras suplicaba que mi Amo se detuviera mi coño parecía estar tan contento que babeaba de felicidad, el castigo se duplicaba por que mis venidas eran involuntarias y sin permiso de mi Amo, la puta no podía controlarse y andaba como perra en celo un orgasmo tras otro. Extrañaba que me ordenaran mis corridas y complacer como solo las putas lo hacen. Extrañaba gemir tan fuerte, que la cuadra entera tuviera curiosidad de venir a mironear esas ventanas con cortinas abiertas y me vieran ahí abierta o en cuatro gozando todo lo que mi Amo me hace.

Aunque aún no tengo la certeza estoy casi convencida que más de una persona logro ver algo de lo que sucedía en esa habitación de hotel, puedo asegurar que mas de uno vio como mi Amo me daba placer mientras estaba en cuatro patas sobre la cama. Quizá vieron como me pasaban distintos instrumentos por el cuerpo mientras mis ojos vendados le jugaban a mi mente unas altas y bajas intensas, quería llorar y terminaba en orgasmo.

Este fin de semana, no hubo tregua las áreas púbicas del hotel no fueron la excepción el juego erótico se extendió por fuera de la habitación incluso frente a los ojos de los mirones y escuchas de nuestra obra teatral a quienes en esta ocasión les llamaré fans, no puedo negar que sentir las miradas morbosas de nuestros curiosos acompañantes en el desayuno fue excitante y el saber que juntos parecemos un imán para los curiosos no deja de causarme placer extremo. No olvido la metida de verga por el culo estando en la piscina mientras nos mirábamos en el reflejo de una ventana eso superó mis expectativas y aquello solo comenzaba. Pude venirme involuntariamente de una patadita en el coño, ahí mismo en la piscina solo sentía salir mis jugos calientes como extrañaba tener un squirt como ese. Me sentía libre siendo tan puta.

Volver a usar mi collar de sumisa, el jalón de cabello que siguió doliéndome dos días y siguió recordándome todos esos momentos, la sensación de peligro ante la exposición a objetos puntiagudos como agujas me mantenían en un nivel de excitación máximo, uno de los momentos del fin de semana dignos de nunca olvidar fue el estar amarrada al marco de herrería junto a la cama aquél que las separaba de la sala de estar y que desde que entre a la habitación deseaba estar así el pensamiento regreso. Y ahí estaba con las manos juntas amarradas a mi cuello, la cuerda me rodeaba y pasando por mi coño y mi culo lograba que al menor movimiento me estimulara el clítoris, que estaba caliente y bañado en jugos eso y la vulnerabilidad en la que me encontraba me provocaba una corrida tras otra, es definitivamente algo que quizá me mantenga atada para siempre al delicioso placer de servirle a mi Amo.

Volver a sentirme marcada mientras mi amo me meaba, arrodillada en el piso, adorarlo, sentir de nuevo su verga en mi coño, en mi boca recordar su olor, tomarme sus mecos como la puta que soy, son definitivamente cosas que me prenden me elevan a niveles de placer inimaginables. Oír su voz llamarme puta y su lado protector y cuidadoso que pareciera fuera de lugar en este mundo de enfermos (Me incluyo) y sobre todo verlo disfrutarme, complacido de mi comportamiento de mi obediencia es lo que me hace sentir como orgullosa de mi papel como sumisa. Saberme puta para el y solo para él me libera y me desata los pies del mundo.

Xana de Triskel

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